Cuando nos expulsaron del paraíso tuvimos que aprender a construir historias para sobrevivir. Dicho de otra forma: cuando nuestro cerebro adquirió la capacidad de anticipar el futuro, la vida se nos complicó tanto que no nos quedó otro remedio que aprender a construir historias para ordenar nuestras emociones y pensamientos. A continuación os contaré cinco historias que la presentación de Slavin me ha evocado. Son historias que me han ayudado a adentrarme en las profundidades de un trabajo tan complejo como el que acabamos de escuchar. Espero que os sean útiles.
Palabras clave:
Psicoterapia Relacional.,
Empatía,
Emoción,
reconocimiento,
Perspectiva evolucionista-existencial,
pérdida primera,
arte
Comentarios (0)
Cuando se piensa que las emociones se localizan en la persona – su cuerpo o su mente – se llega a la conclusión de que la forma de analizarlas es fisiológica o cognitiva, o ambas, y que son algo privado, como expresión de una sensación o sentimiento internos. El presente artículo defiende que, si bien las emociones suponen procesamiento cognitivo y respuestas fisiológicas, el factor organizador principal procede del medio cultural. Frente a los psicólogos cognitivos para quienes las emociones parten de una evaluación cognitiva, se defiende la idea de que la cognición (la razón) sólo ocupa un modesto papel frente a emociones y pasiones. Los estados afectivos traumáticos sólo pueden ser comprendidos en términos de los sistemas relacionales en los que se producen. El pensamiento existencialista considera que la muerte es una posibilidad esencial, constitutiva de nuestra propia existencia cotidiana. Pero la auténtica explicación relacional es que el temor ante la muerte esconde en realidad la angustia ante la soledad, que sería la forma adulta de la angustia ante el abandono del infante y el reverso de la tendencia del apego.
Palabras clave:
Emoción,
Cultura,
Procesamiento cognitivo,
Fisiología,
Sistemas relacionales,
Angustia de soledad,
Angustia por el abandono.
Comentarios (0)
El objeto del self – constructo central y fundacional de la psicología psicoanalítica del self – se puede definir fenomenológicamente como un objeto que la persona experimenta como no totalmente separado de ella misma y que sirve para mantener su sentido del self (Kohut, 1971, 1977).
Observamos que este concepto es vulnerable a dos enfermedades que pueden afectar a ideas teóricas importantes en sus primeras fases de evolución. Por una parte, se da una tendencia a que mantener el concepto en una forma indebidamente rígida y estrecha, restringido a los vínculos idealizadores y reflejos (espejamiento) delineados por su creador. Por otra parte, en el entusiasmo de la expansión teórica existe el peligro de que el concepto se vuelva demasiado general e impreciso, como cuando se lo amplía para cubrir casi cualquier actividad del cuidador que pueda requerir el niño o el adulto estancado en su evolución. En este trabajo intentamos ofrecer una ampliación y refinamiento del concepto de “objeto del self” que creemos puede bordear el Escila de la incrustación teórica y el Caribdis de la sobregeneralización. Nuestra opinión es que las funciones del selfobjetales atañen principalmente a la integración afectiva, y que la necesidad de objeto del self se relaciona esencialmente con la necesidad de una responsividad adecuada a los estados afectivos de cada fase en todos los estadios del ciclo vital.
Palabras clave:
Afecto,
Objeto del Self,
Emoción,
Kohut.
Comentarios (0)