Marrufo Fuentes, Mildred Maricruz

Memorias de un enactment: entretejiendo historias que sostienen y dificultan la relación terapéutica. Mildred Maricruz Marrufo Fuentes 

Analizar una experiencia analítica por lo general nos deja con más preguntas que respuestas, pero los cuestionamientos en nuestra profesión son necesarios, no porque busquemos una respuesta concreta, más bien porque nos lleva a intentar entender una vivencia subjetiva generando un proceso de comprensión dinámico y complejo. Precisamente lo anterior me llevó a escribir el presente trabajo. En el análisis con algunos pacientes me cuestionaba continuamente: ¿Qué hace que podamos tolerar la agresión? ¿Qué hace que podamos sentir la necesidad de poner un límite? ¿Acaso tendrá que ver con nosotros y con lo que conecta con nuestra propia historia? Quizá se relaciona con partes extraviadas de nuestro ser que entran en juego con las de alguien más, de alguien que nos impacta y que en el mejor de los casos, nos lleva al autoanálisis o nos manda de regreso al diván para darle sentido a la experiencia. Si podemos entenderlo de esa manera, podemos dar paso a la mirada de la mutualidad y la transformación para la pareja analítica. El presente trabajo narra mi experiencia con Kevin, encuentros que por el impacto de sus contenidos violentos me llevaron a re-analizar partes de mi vida, mis relaciones, mi posición como psicoterapeuta y paciente en psicoanálisis. Poder ceder a la mutualidad y analizar un enactment me llevó a encontrar fortaleza para sostener las sesiones y hacer lo que estaba a mi alcance para tratar de acompañar a Kevin, tal como mi analista lo ha hecho conmigo, pero también a establecer un límite que nos protegiera a ambos cuanto éste se hizo necesario.

Palabras clave: Psicoanálisis Relacional, Transferencias, Enactment, mutualidad, agresión Comentarios (0) RSS comment feed

La muñequita rusa: el tercero analítico más allá del consultorio Mildred Maricruz Marrufo Fuentes 

El presente trabajo ilustra, a partir de una viñeta clínica, la comunicación entre inconscientes a partir de un objeto que sólo cobra sentido una vez aceptada la mutualidad, permitiendo de esta manera el surgimiento del tercero analítico. Para que éste pueda emerger se hace necesario el interjuego de mutualidad e intersubjetividad de la díada analítica (Ogden, 2014). ¿Pero, cómo podría crearse un tercero sin la presencia del otro, fuera del contexto de la sesión? ¿Es eso posible? Será la pregunta que espero responder a lo largo del escrito. Ogden (2014) menciona que el tercero surge en un espacio intersubjetivo entre ambos participantes. Sin embargo, lo que pretendo ilustrar es que dichos fenómenos intersubjetivos pueden empezar en el contexto de la terapia, pero que, en ocasiones, su aparición puede extenderse más allá de los límites físicos del consultorio; ya que al estar inmersos en una matriz relacional (Mitchell, 1993) pueden activarse diversos puntos nodales de dicha matriz en diferentes contextos, que lleven a una comprensión de la comunicación entre inconscientes (Bollas, 2018), y en esta ocasión surgió un tercero analítico en un espacio intersubjetivo entre dos personas, aunque la díada analítica no estaba presente físicamente.

Palabras clave: intersubjetividad, Subjetividad, Mutualidad, tercero analítico Comentarios (0) RSS comment feed