Comenzamos con una historia Levinasiana de Abraham, quien mantuvo su tienda abierta por todos los costados, aunque rabinos posteriores comprendieron que nadie podía realmente hacer esto. Continuamos con la historia de Derrida de la inevitable complejidad de la hospitalidad, en las que las posiciones se dan la vuelta rápidamente, algo que los clínicos conocen bien. Finalmente hemos comenzado con una reflexión inspirada en Ricoeur sobre un desafío doble, y sobre el doble trabajo de la hospitalidad lingüística. Cada uno de estos tres filósofos merece una mayor reflexión, pero os encomiendo su lectura, y espero continuar con la mía.
Palabras clave:
Empatía,
Hospitalidad clínica,
Otro,
Rostro
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