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RELATOS SALVAJES

Año: 2014     Duración: 119 min.

País: Argentina

Dirección y guión : Damián Szifrón

Música: Gustavo Santaolalla    Fotografía: Javier Juliá

Interpretes: Ricardo Darín, Darío Grandinetti; Leonardo Sbaraglia; Erica Rivas; Oscar Martínez, Julieta Zylberberg; Rita Cortese, María Onetto; Osmar Núñez, Nancy Dupláa, Maria Marull, Germán de Silva, Marcelo Pozzi, Diego Gentile, Alan Daicz, Liliana Weimer, Claudio Delan, Lucila Mangone, Federico Liss, Walter Donado, Diego Velázquez, Margarita Molfino, César Bordón, Mónica Villa.

Co-produccion: Argentina- España. Oscar Kramer- Hugo Sigman - El Deseo

Género: Comedia- Drama Comedia negra.

Sinopsis: Consta de 6 episodios que alternan la comedia, la intriga, la tragedia y la violencia. Sus personajes pierden el control y se lanzan a un abismo del que no pueden escapar, esta película nos conduce entre el horror y el placer a la pérdida de control.

Autora de la Reseña: Rosario Catsaño Catalá

Relatos salvajes fue la película de habla hispana más vista en Argentina en 2014, y también muy bien recibida en España. El apoyo de los hermanos Almodovar, que participaron en una parte de su producción, los actores que intervienen, así como la calidad de la dirección y la originalidad de los relatos avalan tanto éxito.

Calificada de brillante, deslumbrante, osada, genuina, y sobre todo muy inteligente por la critica,  fue nominada al Oscar a mejor película de habla no inglesa y ha recibido toda clase de premios incluidos, Mejor película hispanoamericana en los Goya y Premio del público en San Sebastián.

Los hermanos Almodovar estaban pendientes de los trabajos de Damian Szifrón desde que estrenó Opera Prima y Tiempos valientes. Es una película sin nacionalidad, natural, espontánea, nada solemne, como el mismo director afirma: la solemnidad hay que quitarla porque donde hay actos solemnes hay algo que esconder, algo no funciona. Así mismo, Agustin Almodovar dijo que el guión era una montaña rusa emocional, y creo que no exageraba.  Un guión con 6 relatos a los que el director no pone títulos, simplemente van sucediéndose unos a otros, como un bucle de emociones fuertes con los que el espectador puede llegar a identificarse o sentir repulsa, pero seguro que en ningún caso queda indiferente.

Para su promoción sí he encontrado títulos e incluso subtítulos para cada uno de las historias como: Relato 1: Pasternak - Nuestros actos siempre tienen consecuencias; Relato 2: Las ratas - Cuando no tienes nada que perder no temes perder nada; Relato 3: El más fuerte - No empieces una pelea que no estés dispuesto a terminar; Relato 4: Bombita – La paciencia tiene un límite; Relato 5: La propuesta – Todo se negocia; y Relato 6: Hasta que la muerte nos separe.  

Estos mensajes nos pueden hacer pensar en un trasfondo moral detrás de cada historia, en un estudio meramente sociológico sobre las consecuencias de la desigualdad social, económica y cultural, pero la película nos lleva más bien por otros derroteros hacia una especie de catarsis, incluso de placer cuando uno deja de reprimirse y responde a la agresión con más agresión, con esa violencia que desbarata todo lo ya establecido, y nos mueve como adultos a asistir al cine como si fuéramos niños, va a las emociones y a las pasiones, busca un final enloquecedor en vez de uno previsible.

Buscando en los textos de psicología y psicoanálisis vemos que hay mucha confusión respecto a lo que son las emociones, de hecho el psicoanálisis de Freud no habla de emociones, sino de angustia, miedo, odio, amor, enamoramiento, asco o tristeza. Así mismo, los psicólogos clínicos siempre se han preguntado si la emoción es racional o irracional; cuando la emoción es suave se habla de sentimientos o de estado de animo y cuando es fuerte de pasión. Como expresa Rodríguez Sutil[1] en su último libro sobre Psicopatología Psicoanalítica Relacional, las emociones siempre son intencionales, es decir, son evaluaciones de un estado de cosas, las únicas no intencionales son las primitivas –susto, ataque, huida, aproximación-. Las emociones solo las podemos analizar en relación a otro, en un contexto, son interpersonales, aunque hagan referencia al pensamiento y al cuerpo.

Todas estas historias nos hace pensar también acerca de la normalidad y la patología, tan difíciles de definir y delimitar, ¿lo hacemos desde el punto de vista de la frecuencia, de la estadística,  desde el enfoque de los valores morales, o por las consecuencias que tienen los actos del individuo, por la forma en que se hace daño uno mismo o provoca sufrimiento en los demás?.

Esta película nos habla del lado salvaje del ser humano, de deseos, rencores y frustraciones, de cómo nos enfrentamos al mundo y de cómo nuestro mundo no es algo abstracto al que echarle la culpa cuando algo nos sale mal. Nosotros, como personas individuales, formamos parte de un grupo pequeño, que a su vez está dentro de otro más grande y este de otro aún más grande como las muñecas rusas, y por sí solos no podemos cambiar ese mundo, ni siquiera al grupo,  pero sí podemos participar en nuestro día a día en pequeños comportamientos y actitudes que nos hagan sentir bien y hagan sentir bien a los demás. Pero, yo me pregunto ¿quién no ha soñado en hacer algo distinto, en responder de una manera distinta a como suele hacerlo? Pensando en Don Quijote y Sancho Panza, estoy de acuerdo con Javier Marías[2] cuando se pregunta ¿quién, en todo tiempo y lugar, no ha querido ser otro del que es? ¿Y quién no ha temido lograrlo y querer después volver a ser el que fue y dejó de ser?¿quién no teme hoy, en suma, las palabras del propio Cervantes? Dijo: “Tú mismo te has forjado tu ventura” pp. 102.

[1] Rodríguez Sutil, C. (2014) Psicopatología Psicoanalítica Relaciona (la persona en relación y sus problemas). Col. Pensamiento Relacional Vol. 12

[2] Marías, J. (2016) El Quijote de Wellesley, (notas para un curso en 1984). Alfaguara

 

 

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