El objeto del self – constructo central y fundacional de la psicología psicoanalítica del self – se puede definir fenomenológicamente como un objeto que la persona experimenta como no totalmente separado de ella misma y que sirve para mantener su sentido del self (Kohut, 1971, 1977).
Observamos que este concepto es vulnerable a dos enfermedades que pueden afectar a ideas teóricas importantes en sus primeras fases de evolución. Por una parte, se da una tendencia a que mantener el concepto en una forma indebidamente rígida y estrecha, restringido a los vínculos idealizadores y reflejos (espejamiento) delineados por su creador. Por otra parte, en el entusiasmo de la expansión teórica existe el peligro de que el concepto se vuelva demasiado general e impreciso, como cuando se lo amplía para cubrir casi cualquier actividad del cuidador que pueda requerir el niño o el adulto estancado en su evolución. En este trabajo intentamos ofrecer una ampliación y refinamiento del concepto de “objeto del self” que creemos puede bordear el Escila de la incrustación teórica y el Caribdis de la sobregeneralización. Nuestra opinión es que las funciones del selfobjetales atañen principalmente a la integración afectiva, y que la necesidad de objeto del self se relaciona esencialmente con la necesidad de una responsividad adecuada a los estados afectivos de cada fase en todos los estadios del ciclo vital.
Palabras clave:
Afecto,
Objeto del Self,
Emoción,
Kohut.
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