Cine-Psi
 
 

TÍTULO
In-Time
AÑO
2011
DURACIÓN
109 minutos
PAÍS
USA
DIRECTOR
Andrew Niccol
GUIÓN
Andrew Niccol
MÚSICA
Craig Armstrong
FOTOGRAFÍA
Roger Deakins
REPARTO
Amanda Seyfried, Justin Timberlake, Cyllian Murphy, Olivia Wilde, Alex Pettyfer
DISTRIBUYE
Hispano Foxfilm

Reseña de VIETA-FÉRRIZ (Mercè Férriz Gil y Francesc Vieta Pascual)
 
Aviso para navegantes: En nuestras reseñas de cine damos por sentado que el lector ya ha visto la película.
Esta vez os presentamos una película sobre el tiempo.
 
In time
No tengo tiempo; no tengo tiempo para preocuparme por cómo ocurrió. Es lo que hay. Estamos modificados genéticamente para dejar de envejecer a partir de los 25. El problema es que sólo vivimos un año más. A no ser que consigamos más tiempo. El tiempo es ahora la moneda de cambio. Lo ganamos… y lo gastamos.
Los ricos pueden vivir eternamente y el resto….
Yo sólo quiero despertar con más tiempo en mis manos que horas tiene el día”.
Vamos a entrar en un mundo en el que el tiempo es lo más importante. El punto de partida biológico es universal. Todos los individuos de este mundo nacen y crecen durante 25 años. A partir de entonces dejan de envejecer y tienen un año por delante. Después…quién sabe.
En este mundo el tiempo puede transferirse entre individuos. También se puede almacenar. El sistema económico se basa en él. La gente vive en Franjas horarias o parcelaciones del espacio en función del tiempo disponible. La velocidad de movimiento de los sujetos varía en cada una de ellas. En lo que parece ser un continuo de franjas horarias, hay dos zonas extremas y opuestas que entrarán en contacto.
Una franja horaria es la más pobre en minutos, donde hay mayor concentración de individuos con menos tiempo. En esta zona horaria las personas están habituadas a vivir con muy poco tiempo por delante. El futuro es concretamente hoy. Después, todo está por decidir, pero pinta mal. Tener poco tiempo implica moverse rápido y en distancias cortas. En realidad, más que vivir, sobreviven. En esta zona apenas hay margen de movimiento. La situación es extrema. Los que viven aquí, en cierto modo, están entrenados a moverse en dicho escenario. Sin tiempo que perder, no hay tampoco tiempo para reprocharse casi nada.
Sin embargo existen diferencias entre los individuos… Algunos, como el protagonista, tienen otro tiempo adicional…tienen tiempo mental. ¿ cómo se mantiene la calma en una situación extrema? Quien maneja mentalmente mejor el tiempo físico, suele ganar.
En  otro extremo existe la franja horaria más rica en tiempo por individuo. Las personas están habituadas a vivir con mucho tiempo por delante. Nadie muere en esta zona horaria. Aquí existe la posibilidad de vivir eternamente… eternamente joven. También aquí se crean unos hábitos que tienen gran influencia en la vida de las personas. Aquí nadie mira el reloj. No tienen prisa. Todo sucede despacio. También existen diferencias entre los individuos en esta zona. A pesar de tener siglos de vida por delante algunas personas viven atrapadas. También tienen miedo. Parece que incluso más.
Un cambio catastrófico
Un individuo rico en tiempo, pero con una mente anciana llega a la franja horaria más pobre en minutos, para morir. Se produce un encuentro fortuito con el joven protagonista. A pesar de sus diferentes condiciones – zona de origen, tiempo disponible y velocidad a la que se mueven-, consiguen sintonizar y conectar emocionalmente con aquello universal que los iguala. Se produce un relevo generacional. El sujeto joven hereda- súbitamente- información y 100 años en tiempo. "Aún no lo entiendes? Todos no pueden vivir para siempre ¿dónde los pondríamos? ¿Por qué crees que su tiempo se termina? ¿Por qué piensas que los impuestos y los precios se elevan el mismo día en el gueto? El precio de vivir sigue elevándose  para asegurarse de que la gente siga muriendo... pero la verdad es que ese tiempo es suficiente. Nadie tiene que morir antes que le llegue su hora" Para que unos pocos vivan eternamente, muchos deben morir.  De repente el hombre más joven se encuentra con mucho tiempo en sus brazos y una nueva comprensión de la realidad. No obstante, no puede impedir la tragedia: su madre muere porque se le acaba el tiempo, un instante antes de encontrarse con su hijo..
Ajustes y desajustes entre distintos espacio-tiempos.
El Cambio de zona horaria
Tras los últimos acontecimientos, el joven heredero se va a la zona horaria rica. Este nuevo espacio, donde el tiempo disponible es mayor, requiere un ajuste de la velocidad en el movimiento de nuestro protagonista, pues todavía conserva la inercia del movimiento inicial determinado por su zona horaria de origen. Vamos,… que corre mucho para los demás.
El Enamoramiento
Es el acontecimiento no previsto, azaroso, fortuito. Que está fuera de control. Simplemente sucede y cambia el curso que estaban tomando las cosas. Dos individuos procedentes de zonas horaria opuestas, deben ajustar, sintonizarse, para formar una pareja.
La Persecución
Se produce como reacción a la alteración del orden establecido. Es una reacción inevitable del sistema ante su modificación. Cabe esperarla.
La caída del sistema.
La pareja de protagonistas accede a un millón de años almacenados en un banco y lo reparten entre los habitantes de la zona más pobre en tiempo. El cambio es muy rápido. Algunos individuos se precipitan. Por ejemplo, un hombre recibe 10 años de golpe, y se los gasta en el bar en unos pocos días. Muere, claro está. Esta y otras escenas en la película nos hacen pensar que los cambios bruscos, es decir, que se dan a una gran velocidad, pueden crear fricción y violencia.
El Tiempo mental. El termostato de la mente.
El tiempo mental es implícito. Sin embargo, es un parámetro inseparable del tiempo físico. La desconexión entre uno y otro mata. La vida humana implica la existencia de ambos. Aunque no necesariamente coinciden siempre. En esta película hay buenos ejemplos de cómo el manejo mental del tiempo físico marca la diferencia: El propio protagonista se juega su tiempo en un pulso, aguantando el miedo a morir, mejor de lo que lo haría su contrincante. Puede dilatar el tiempo en su mente y seguir pensando a pesar de lo rápido que corren los segundos. Es arriesgado, sí, pero él sabe que en los últimos instantes, cuando todo está apunto de decidirse, el otro olvidará su propio reloj. El tiempo mental puede determinar la ventaja; es una condición para el pensamiento.
Acabamos con un diálogo de la pareja protagonista:
“ Silvia: Seguro que me odias… por mi clase social
 Will: Nadie tiene la culpa de nacer donde nace”
Visto de este modo, sin culpas a causa del origen ¿será posible que aquello que nos une y lo que nos separa pueda ir sincronizándose cada vez mejor? ¿Acaso no es ésta la mejor inversión de nuestro tiempo?

 

 

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