En esta comunicación me pararé a compartir con vosotros el abordaje de pacientes (la mayoría del sexo femenino) entre 12 y 15 años que nos han llegado inicialmente porque previamente y poco tiempo antes habían intentado atentar contra su vida.
Intentaré describir lo que he podido entender del funcionamiento y de la situación mental de ese momento de crisis de alguna de esas pacientes que están predispuestos a pasar al acto, el contexto en que se produce y cómo adaptamos el abordaje terapéutico a las necesidades del caso, dado que no hay terapia específica para el suicidio.
Aunque en muchas ocasiones es muy difícil poder llegar a entender el pensamiento del adolescente suicida, el hospital de día es un lugar privilegiado para poder observar el funcionamiento mental del adolescente y su interacción con el contexto familiar, las fallas de éste y las posibilidades de cambio. Estas, junto a la prevención y detección de factores de riesgo específicos de ese paciente, son fundamentales para evitar nuevas tentativas. Esto sólo se lograría si hay algún cambio en la persona o en el sistema.
Palabras clave:
Adolescencia,
Intento de suicidio.
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